El puerto se ha vuelto oscuro con tanto pirómano suelto
,La ceniza de sus cuerpos se cuela por la ventana
.En instantes la María llama por teléfono ,
Y ahora más que nunca le vienen los deseos festivos a la cabeza.
Los críos nacieron en las plantas,
Se nutrieron con los cogollos del vecino Alberto
.El amor nace en cada vida,
Los besos muerden la oreja de los visitantes, che
.No me molesta que en tu corazón haya cajas
,Ni que tus ojos le pertenezcan a los míos,
No quiero en vida morir de prisa
Sabiendo que tu inercia jamás se vistió de cielo.
Leerás tus próximas muertes
Ahora que hay paredes junto a mis piernas,
Algunas que transpiran junto a las tuyas.
Digamos que son los días, no el tiempo
.No soportan las bestias el calor de los esquizos,
Rayados quemando camas con los dedos
.Ya estuve loca antes de que aparecieras
,Cerca del humo matando parientes
.Asesinando sonrisas falsas en mi cabeza
,Acostumbrándome a lo que no pretendo
.Son los días, no el tiempo
,El tiempo de estar sin vos.